miércoles, 15 de septiembre de 2021

Dai Cerveza

Detrás de la marca de Cerveza Dai están Kike Flores, Eli Haro y su hijo, Yulen... Unos detrás de la barra de su tap room en Grau y otros al mando de los tanques de producción en Pola de Somiedo. Llegaron (o volvieron) a Asturias hace cuatro años y se instalaron en Santuyano de Les Regueres, causando sensación con sus variedades artesanas entre los habitantes del concejo. 

Kike y Eli detrás de la barra de su local en Santuyano
(La Voz del Trubia)

Corrieron regueros (pero de cerveza) por aquellos grifos y su integración en el pueblo fue tal que hasta una de sus recetas fue bautizada con el nombre de una de las localidades regueranas: Ania.

Etiqueta de Dai Ania
(https://cervezadai.es)

Los nombres en Dai no son casuales, todos tienen su por qué... incluido el de la propia marca, inspirado en aquella frase que, al parecer, tanto repetía el abuelo de Eli al convidar a alguien: "Dai cerveza, ho".

La filosofía de Dai es y siempre ha sido regresar al origen... a los propios de la familia, retornando a Asturias después de haber vivido durante años en Barcelona, y a los orígenes de la cerveza tradicional, para volver a fabricarla como se hacía aquí hace varias generaciones, con ingredientes naturales y tradicionales, sin siropes ni arroz o maíz añadidos. 

Visita a la fábrica de Dai en Santuyano en la III Seronda Cultural de La Piedriquina
(La Piedriquina)

Kike aprendió a hacer cerveza de un gran maestro: Carlos Rodríguez, de Ales Agullons, en Mediona, y sus cervezas gustaban. Pero supongo que, cuando llegó a Santuyano, no se esperaba la aceptación que luego tuvo. 

Evento en Dai en Santuyano dentro de la III Seronda Cultural de La Piedriquina 
(La Piedriquina)

Lo que parecía que iba a ser un reto arriesgado al competir con los sabores y precios de las marcas comerciales más baratas y simples en un municipio de menos de 2000 habitantes, fue un éxito de aceptación total entre los locales, de todas las edades, tanto entre los más aficionados a esta bebida como entre los menos. Fue tal la aceptación, que se llegó a celebrar, por dos años consecutivos (2018 y 2019), la Muestra de Cerveza de Las Regueras, en la que participaron productores de Asturias, Cataluña, Valladolid, Cantabria, Ourense y León. ¡Y cuánto disfrutamos de aquellos tragos en Les Regueres! 

Fotos de la II Muestra de Cerveza de Las Regueras
(Tres milenios de cerveza asturiana)

Recuerdo el cariño con el que les despedimos de Santuyano aquel 29 de octubre de 2018... El bar estaba lleno a rebosar y brindábamos por sus próximos éxitos en La Rozona, concejo de Corvera de Asturias. No se trasladaban muy lejos pero sí hacían un cambio importante, de sus pequeños fermentadores a unos tanques ya de mayor escala en un polígono industrial. 

Despedida del brewpub de Dai en Santuyano
(Tres milenios de cerveza asturiana)

En La Rozona estuvieron hasta este 2021 porque, tras sobrevivir a la pandemia y a la crisis que ésta desencadenó, este verano volvieron a la Comarca del Camín Real de La Mesa, trasladando la fábrica a Pola de Somiedo. 

Kike Flores con sus cervezas en Somiedo
(Ana Paz Paredes, LNE)

Ahora podemos decir que el Parque Natural de Somiedo es una reserva de osos, lobos, urogallos... y cerveza artesana. ¡Y deseamos que siga así por muchos años y con muchos éxitos!

martes, 23 de febrero de 2021

Los cañeros de El Águila Negra

Buscando información sobre los grifos, tiradores o cañeros que utilizaba la desaparecida cerveza asturiana de El Águila Negra, resulta inevitable reflexionar sobre cómo ha evolucionado la forma de servir esta bebida a lo largo de la historia...

Cañero de El Águila Negra en L'Artesana, Llangréu

Pensamos en "una caña de cerveza" indistintamente como una medida de volumen y como una forma de servirla... y parece que el uso tan cotidiano de esta expresión puede hacernos olvidar que la cerveza no siempre se ha servido "presurizada a través de una cañería". El origen de esta práctica se remonta a principios del siglo XX aunque antes ya existían las bombas de mano para impulsar la cerveza desde el keg hasta el vaso, invento patentado Joseph Bramah en 1785 como "the beer engine".

Grifo de El Águila Negra en la Cervecería Vor, Gijón

En Asturias se empezarían a anunciar las llamadas "máquinas para servir cerveza helada" hace cosa de 100 años. Eran una especie de enfriadores bastante exclusivos que constituían la novedad de momento.

La Voz de Asturias, 16 de septiembre de 1926

La cerveza de barril se servía entonces directamente de un grifo conectado al mismo y su temperatura dependía solo del buen acondicionamiento que hiciese el cervecero durante su almacenamiento. Los barriles eran exvlusivamente de madera y, casi siempre, se hacían y reparaban en la propia fábrica de cerveza.

Esquema y fotos de barriles de La Estrella de Gijón de Xandru González y Carlos Botas

Con el sistema de servir la cerveza a presión se cambió a un nuevo diseño de los barriles, que pasaron a ser metálicos y a tener un solo orificio en el extremo superior, desde el que luego conecta un tubo que internamente llega hasta la base y que, cuando se "pincha", por medio de una válvula que se abre al acoplar el conector, permite inyectar CO2 por un lado y extraer cerveza por el otro... cerveza que, de este modo, se sirve a través de lo que sería propiamente el grifo.

Grifo de El Águila Negra en La Taberna de Hank, Luanco

En 1982-1983 comenzaron a instalarse los grifos cerámicos para cerveza de El Águila Negra.

Cartel publicitario que conservan en la Sidrería Gran Vía, Oviedo

El coleccionista Javier de Blas posee varios de los modelos que sacó esta cervecera de Colloto. Seguro que os suenan de verlos en alguno de los bares y cervecerías que todavía los conservan.

Colección de grifos de El Águila Negra de Javier de Blas

Según lo que me contó uno de los últimos directores de la fábrica de Colloto, Vicente Pérez Zubizarreta, estos grifos los encargaron a un artesano de Talavera cuando tanto se habían puesto de moda los de la cerámica de Sargadelos de La Estrella de Galicia, una marca que, por medio de fuertes campañas de marketing, suponía entonces una dura competencia para la asturiana. Los bares reclamaban grifos de diseño para sus establecimientos. Les decían que los clientes preferían, con diferencia, la cerveza de Colloto a la gallega, pero los cañeros eran tan llamativos y había tanta guerra de precios que muchos cambiaban la marca de las cañas solo por eso. ¡Ironías del destino, seguro que muchos de ellos son los que ahora echan de menos que El Águila Negra siga en activo!

Grifo "Aguilón" que pertenece a la colección de Carlos Botas

Jorge Luis Muñoz Guerra, el comercial de El Águila Negra que realizó la instalación del primero de aquellos grifos, contaba en la página de Facebook de Tres Milenios de Cerveza Asturiana que también había unos que llamaban "Aguilones" que estaban destinados a locales "de gran arraigo y señorio" y que en Oviedo los tuvieron: La Gran Taberna, Logos, Marchica, La Gruta...

Publicidad de 1986 con uno de los famosos cañeros

El primer grifo del modelo que llamaban "Rey" (el de la Kronen Bräu) se instaló en una sidrería de la Calle Campomanes de Oviedo y el segundo, con sólo unas horas de diferencia, en Logos.

Grifo de Kronen Bräu

Jorge Luis Muñoz Guerra dice que posteriormente "sacaron la de loza en color burdeos", además de otro modelo de cañero en color cobre al que denominaron "Alfil" por el parecido de su forma con la pieza de ajedrez.

martes, 9 de febrero de 2021

Era el año 1900...

Era el año 1900 y se iniciaba una centuria de grandes cambios. 

Asturias entonces vivía una importante explosión fabril, especialmente en el sector de las bebidas y alimentación, el cual llegaría a constituir el 80% del total industrial de la región. 

De aquella época nos queda su historia, un gran legado y muchos recuerdos, algunos de ellos a través de su maravillosa publicidad: obras de arte que también eran litografiadas en Asturias.

Cartel de Agustina, fábrica de chocolates inaugurada en 1900 

Entre otras cosas, 1900 fue el año en el que iniciaría su actividad la gran fábrica de cervezas de El Águila Negra.

Postal de El Águila Negra a principios del siglo XX

Fue el 29 de marzo de ese año cuando abriría sus puertas la gran factoría cervecera de Colloto, bajo el impulso de la familia Flórez que, como propietaria de Bodegas Asturianas, pretendía superar así la gran competencia local que existía con Industrias Cima. 


La fabricación de cerveza nacía pues de un intento de diversificación en lo que era su (hasta entonces exclusiva) producción de sidra champagne bajo la marca Princesa de Asturias

Cartel de la sidra champagne Princesa de Asturias

Casi sesenta personas trabajaban en la elaboración de cerveza de El Águila Negra en una fábrica muy moderna para entonces, con los últimos adelantos tecnológicos de aquel tiempo. Barriles y cajas de botellas no tardaron en alcanzar el reclamo del mercado. ¡Quién viera ahora salir cargados de Colloto a aquellos coches de caballos o a los vagones de ferrocarril!

Trabajadores de El Águila Negra al comienzo del siglo XX ("Colloto en El Recuerdo", SOCOFE 2002)

¿Quién imaginaría entonces que 121 años después recordaríamos aquel 29 de marzo con tanta nostalgia? ¿Y quién imaginaría que este tiempo intermedio acarrearía tantos cambios? 

Evolución del edificio a lo largo de estos 121 años