martes, 17 de diciembre de 2019

¿Mejor cerveza asturiana del año?

A este 2019 ya solo le quedan unos días... los justos para hacer balance sobre cuál ha sido la mejor cerveza asturiana del año. 


- La Metal IPA de Cerveza D'Equi se llevó el oro a la mejor American IPA en el Barcelona Beer Challenge.
- La Ordum Red Ale ganó un oro en la Copa Mitad del Mundo. 

- La Futurista de Cerveza Caleya fue elegida por el público como la mejor cerveza del Festival Internacional de Cerveza Artesano de Llangréu.

- La Raposa de Asturias Brewing Company quedó como la mejor en el festival de Tuña Folk&beer.
- La Grisú de Cerveza Deva se llevó el gran oro, premio absoluto del CICA - Concurso Internacional de Cervezas Artesanas.

Pero... ¿cuál es para vosotros la mejor cerveza de este año que se acaba?

viernes, 11 de octubre de 2019

Encierro en la catedral de Oviedo

El encierro de los trabajadores de Vesuvius en la catedral de Oviedo estos días me recuerda la lucha de los empleados de El Águila Negra para intentar impedir el cierre de la fábrica de Colloto. Esperamos de corazón que esta vez el final sea más feliz que en 1993. ¡Vaya desde aquí, todo nuestro apoyo! #vesuviusnosecierra


El 11 de marzo de 1993, tal y como se recogía un día después en El Comercio, 46 trabajadores de la fábrica de cerveza El Águila Negra de Colloto iniciaban su encierro en la catedral de Oviedo. 


El encierro pretendía presionar a la Administración regional para que arbitrase medidas en busca de la viabilidad de algún proyecto empresarial que posibilitase la continuidad laboral de los trabajadores de la fábrica de cervezas. 


El Águila Negra se encontraba entonces en proceso de quiebra, después de que el último equipo que se había hecho con la empresa en noviembre de 1991, liderado por José María Ruiz Mateos, presentase suspensión de pagos. 


Desde la década de 1980 la fábrica necesitaba grandes inversiones en sus instalaciones para seguir siendo una marca de vanguardia en el sector cervecero y necesitaba mantener las buenas condiciones salariales de la plantilla y hacer frente a las agresivas campañas comerciales que otras marcas, como Estrella de Galicia o Mahou, ofrecían a los hosteleros asturianos, donde hasta entonces siempre había dominado sin problemas la cerveza de Colloto. Para conseguir cuadrar esas cifras, la fábrica inició la venta de acciones y antes de Ruiz Mateos, otros grupos empresariales intentaron la compra de la cervecera de Colloto. Y no le faltaron pretendientes porque era una marca enviadiada por sus competidores. Uno de los que lo intentaron fue Cervezas San Miguel, pero las negociaciones no llegaron a término.


Los trabajadores de El Águila Negra encerrados hace 26 años en la catedral le echaban en cara a la Administración regional el no haber apoyado el proyecto presentado entonces por el empresario asturiano Rodolfo Cachero para relanzar la actividad de la fábrica como "Águila de Asturias", proyecto que éste  abandonó por no llegar a acuerdo con el Banco Exterior de España sobre el precio a pagar por los terrenos de la factoría sobre los que pesaba la hipoteca. 


Hubo varias campañas de recogidas de firmas, concentraciones multitudinarias y marchas de apoyo, pero los créditos y avales solicitados al gobierno asturiano para favorecer la compra de los terrenos por grupos privados nunca llegaron. 


El 18 de abril de 1993 se llegaron a concentrar en la plaza de la catedral de Oviedo más de medio millar de personas apoyando a El Águila Negra.


El 20 de junio de 1993 los 25 trabajadores de El Águila Negra que todavía mantenían el encierro en la catedral desde más de tres meses, lo abandonaron para continuar la lucha desde fuera. 


Lamentablemente no consiguieron su objetivo pero, como comentaba uno de ellos ayer a la página de Facebook de "Tres milenios de cerveza asturiana": no arreglamos nada pero nos queda la satisfacción de haberlo intentado y los recuerdos de los compañeros, en especial los que ya no están entre nosotros". 

viernes, 13 de septiembre de 2019

¿Ya no puede haber "cervezas estrella"?

Me sorprende la reciente noticia de la victoria en los juzgados del grupo Damm, con la que legalmente se cierra el paso a nuevas marcas "Estrella" en el sector cervecero, y no por la batalla legal despertada si no por el cambio histórico que se le da al símbolo de la estrella en el contexto de la fabricación de esta bebida.


La estrella de seis puntas que simbolizaba al gremio de los cerveceros desde la Edad Media ha pasado de ser un distintivo de calidad a un distintivo comercial reservado, según parece, solo a los actuales gigantes del sector... al menos en España.


En todo el mundo ha habido y hay múltiples marcas de cerveza con la palabra ESTRELLA en su nombre (Estrella de Galicia, Estrella de Levante, La Estrella Azul, Lone Star, La Estrella de Gijón, Stella Artois, Estrella Jalisco...) y/o con el símbolo de la estrella en su logo (Heineken, Samuel Adams, Sapporo, Newcastle...) y no parece que haya habido disputas por intentos de plagios por el hecho de "repetirse las estrellas". 


Para algunos resultará chocante, cuanto no menos curioso, que la querella legal parta de fabricantes que no fueron, ni de lejos, los primeros en utilizar "estrella" en el registro de su marca ya que, solo a nivel nacional, ya existían varias empresas más antiguas con ese nombre y ese anagrama. En Asturias, sin ir más lejos, sabemos de dos fábricas que iniciaron su actividad en el siglo XIX bajo esta denominación.


¿Nos están obligando a aceptar que los tiempos cambian y que lejos queda ya la época en la que, dentro de esa asociación de la estrella de David con la "alquimia cervecera", cada una de las seis puntas simbolizaba uno de los elementos necesarios para la correcta elaboración de la cerveza? Éstos eran el malteado, la cocción, la fermentación, el aire, el agua y el fuego (ni el lúpulo ni la levadura eran agentes conocidos a comienzos del medievo). Y así, todo viajero que recorría los caminos de Europa sabía que, establecimiento donde encontrase una estrella de seis puntas, encontraría buena cerveza. 


Tiempo después y, quizás, por desconocimiento del significado tradicional o simplemente por querer diferenciarse, lo anecdótico es que algunas marcas fueron adaptando "su estrella" a solo cinco puntas (como, por ejemplo, Damm, la demandante del caso que explico) o incluso a cinco estrellas (como Mahou Cinco Estrellas). 


Sin embargo, lo que vemos en 2019 es que el cambio viene porque no haya nuevos fabricantes bajo esta denominación, afectando también a aquellas marcas desaparecidas cuyo registro haya podido volver a adquirirse bajo nuevas razones sociales, ubicaciones y recetas... es decir, sin tener ya nada que ver con el producto original. 

Para algunos esta resolución es un ejemplo de que el pez grande se come al pequeño pero, para otros, no es más que una merecida diferenciación, en una era global en la que la imagen de marca supone un gran valor añadido para el producto. Igual habría que analizar individualmente cada caso para estudiar el grado de parecido de "cada Estrella". Al fin y al cabo, una marca es más que un nombre, es un diseño, unos colores, un tipo de letra... ¿Vosotros qué opináis? ¿Creéis que este hecho marca un antes y un después en el sector?

lunes, 15 de julio de 2019

De Leipzig a Colloto: Kurt Bauer

Hacía mucho que no compartía una nueva entrada en el blog. En los últimos meses he tenido varios viajes de trabajo y poco tiempo libre. Uno de esos viajes fue a Leipzig, la ciudad alemana que tantas veces aparece en la historia de la cerveza asturiana... 

Localización de Leipzig en el mapa de Alemania

En Leipzig aprendió Ramiro Pérez del Río a hacer la cerveza Gose que luego fabricaría en Luarca, en el primer cuarto del siglo XX, y allí nació y se formó Kurt Bauer, uno de los más importantes maestros cerveceros que tuvo El Águila Negra en Colloto.

Recorte de la entrevista a Kurt Bauer publicada en El Comercio el 2 de mayo de 1958

En la historia de la cerveza El Águila Negra tuvieron un papel importante tanto Kurt Bauer, apodado "el alemán", como su hijo Maxi, que también trabajó en la fábrica. Son muchas las personas que mencionan sus nombres cuando se habla de esta empresa.

Skyline  de los iconos más representativos de Leipzig

Aprovechando que hacía unos meses ya había encontrado en la hemeroteca la entrevista que le habían hecho a Kurt Bauer en 1958 y, teniendo en cuenta que apenas aparecía información sobre esta figura en los medios, el hecho de estar en Leipzig me pareció un buen momento para dedicarle esta entrada. Espero que os guste y que sirva de homenaje a este hombre, sin el que la historia de El Águila Negra no habría sido la que fue.

Logo de El Águila Negra en 1958, año de esta entrevista a Kurt Bauer

La entrevista que se transcribe literalmente a continuación fue publicada el 2 de mayo de 1958 en el diario asturiano El Comercio y el 21 de mayo de 1958 en el diario zamorano Imperio, con diferentes fotografías como único cambio.

DE LEIPZIG A COLLOTO. Un alemán que lleva veintisiete años fabricando cerveza para los españoles.

Cuaja la primavera en este Colloto que es todo campo, feliz aldeanía, sobre las copas leves y temblorosas de los árboles. Allá en la proa del monte Naranco, que parece avanzar hacia la llamada de Siero, quedan unas nubes bajas, medio huidas en la mancha oscura de los pinos. Suena ronca, apresurada, la sirena de una locomotora del "tren de Infiesto", que así llaman al ferrocarril de Santander los viejos y los niños. La voz de la máquina de vapor se mete, a oído abierto, por las naves y estancos de la Fábrica de Colloto. No hace falta decir más. La fábrica, en el pueblo, es la de cerveza. 

Vista de Colloto, con su fábrica de cerveza, hacia 1967

Nosotros charlamos ahora con un hombre de ojos grises, de manos seguras, seco en carnes. En sus gestos hay un habitual tono cordial, bondadoso, comprensivo. Kurt Bauer, técnico en cervezas, llegó aquí en un tiempo que a él se le antoja remoto: en el año 1931. Exactamente, el 16 de febrero.

- Hace veintisiete años-concreta Bauer-. Vine desde Leipzig, en la Sajonia. Había que cambiar de aires. Antes estuve en Colombia, también en una factoría cervecera.

- ¿Siempre se dedicó a esta especialidad?-preguntamos. 

- Oh, sí, sí, siempre. Aprendí el oficio en Leipzig cuando tenía menos de 20 años de edad.

Y Bauer apoya un brazo en la cocedora más cercana y, distraídamente, acaricia con la mano el cobre reluciente, tibio al calor de la cocción. Bauer se calla. Tira de él, en ese instante, la tierra, los morates color ceniza de la alta Sajonia, los ríos que son como tremendos tajos de plata, los valles de un verde claro, clarísimo y puro. La nostalgia y la técnica juegan entre el corazón y el cerebro.

Recorte de la entrevista a Kurt Bauer publicada en Imperio el 21 de mayo de 1958

- Oiga, Bauer: ¿la cerveza es tan buena como dicen?

El alemán se ríe y asiente:

- La cerveza nunca mata. Por el contrario, da salud. En mi tierra, la gente bebe mucha cerveza y, ya ve, allí hay longevidad, fortaleza y ancianos a montones.

Anuncio de El Águila Negra publicado en el Diario de Burgos el 14 de septiembre de 1904

Uno recuerda una frase del francés Pasteur: "La cerveza constituye un apoyo precioso a la alimentación racional e higiénica". Se la repetimos a Bauer y éste agrega:

- En Alemania, en todas las fábricas de cerveza tienen médicos en sus laboratorios. Yo he leído numerosos informes y, en cualquiera de ellos, se decían nuevas e interesantes ventajas de tipo higiénico. La cerveza, lo sabemos los alemanes por experiencia, limpia la sangre, estimula la acción gástrica y tranquiliza el sistema nervioso. Beba cerveza y no se preocupe, hombre.

Anuncio de El Águila Negra publicado entre 1958 y 1965

Bauer recorre a grandes pasos el departamento de cocción. Nuevo, totalmente nuevo. La instalación fue hecha por la firma Ziemann GmbH, de Ludwigsburg. 

- Gracias a este nuevo montaje -indica Bauer- seremos capaces de mantener el nivel adecuado de ventas.

Bauer entre dos camiones de la fábrica 

- ¿Qué diferencia sustancial existe entre la factoría de ayer y la de hoy?- decimos.

- Muy honda. Superamos la producción y mejoramos, a la vez, la calidad de las cervezas. Y todo ello a merced de tres cosas: al nuevo sistema de cocción, a la capacidad de las bodegas y permanencia del líquido en ellas y a los trenes de lavado, llenado y cierre, que nos aseguran una capacidad de 16000 botellas por hora. Una de las mayores de España... y de Europa, si me apura, amigo.

Diagrama del proceso de fabricación de cerveza de El Águila Negra. Foto de Luciano Rodríguez

Bauer nos lleva al departamento de pasteurización. En una pared se lee: Sander y Hansen, Copenhague. Continuamos. Pasamos por los depósitos de decantación o fermentación. Espuma de un gris perla. Espuma casi ocre desbordándose de los tanques.

Fábrica de El Águila Negra hacia 1960. Archivo personal

- Vamos a las bodegas- dice Bauer.

Por el camino, Kurt nos habla de Colloto, de sus vecinos, de la vida apacible que aquí encontró. 

- Bueno, la verdad, me casé al poco de llegar, en el año 1933. 

Y Kurt Bauer torna a su risa tierna y fresca.

- Tengo- agrega- tres hijos. Trabajan, que es lo interesante.

Estamos en las bodegas, de tanques de acero vitrificado. El frío muerde en la piel. Muy pocos grados sobre cero en el ambiente. En el frontal de los enormes depósitos canta su fabril victoria una marca alemana: Scwimer Einsenwerk. Por encima cruzan la instalación gordos tubos cubiertos de hielo. Huele a mojado campo de heno, a grato paisaje de bosque mientras millón y medio de litros se enfrían en las bodegas.

Salimos a la luz del día. El cielo azul y, hacia Mieres, el barroquismo de unas nubes en revoltijo. En el muelle de expediciones aparecen unos cuantos camiones. Sale, lentamente, un Pegaso de Chantada. Cargan cajas y botellas un G.M.C. de La Coruña, un Aclo de León, un Lancia de Zamora y un Man de Orense.

Camiones de El Águila Negra delante de la fábrica. Foto cedida por Manuel Alonso

Kurt Bauer nos mete en el tren de lavado, llenado y cierre. La Holstein y Kappert, de Dortmund, ha hecho un buen trabajo. 

- Así podemos despachar millares de botellas en un día. ¿Cómo beberá la gente tanta cerveza? - dice, casi en un monólogo, Kurt Bauer.

El eslogan de ORO Y ESPUMA PARA SU DELEITE se convierte en una realidad palpable, inmediata. Mientras los camiones cargan en el muelle interior de la factoría, diez o doce vagones del ferrocarril de "Los Económicos" reciben barriles y cajas con destino a las estaciones de toda España.

Caja de cervezas del Águila Negra. Foto de Raúl Palacio

Kurt Bauer define la operación de El Águila Negra: 

- La modernización total de la fábrica, realizada con la más nueva y completa maquinaria alemana nos coloca a la altura de las mejores instalaciones cerveceras de Europa. Se lo digo yo, que he visto como se trata a la cerveza en Munich, en Leipzig, en Dresden.

Sala de lavado, llenado y pasteurización de El Águila Negra. Archivo personal

Hay una tensión uniforme y eficaz en el ritmo de fabricación de la factoría. Los hombres se mueven, en su humano perfil, atentos a la máquina, compleja y sencilla a la vez. 

Kurt Bauer nos ofrece cerveza en jarras. Brindamos al estilo germano, como podían hacerlo unos estudiantes en Nuremberg, la de las fuentes ortegulanas, unos soldados acantonados en un cuartel de las cercanías del Paseo de Los Tilos o unos campesinos de la Baviera bucólica y sonora.

Colección de jarras de cerveza El Águila Negra. Foto de J.L. Prieto

Al otro lado, en pie de producción, trabajan a pleno rendimiento las cocedoras de cobre, las máquinas de pasteurización, los trenes de lavado y cierre. Y, abajo, en las bodegas, cobra vida esa cerveza que cierra contra la sed y pone un hilo de espuma en los labios rojos de una muchacha.

Cartel publicitario de 1955. Foto de Alfonso Fanjul

lunes, 1 de abril de 2019

Cervezas asturianas de premio

Hace unos días que se ha celebrado en Barcelona la IV edición del Barcelona Beer Challenge (BBC), en el contexto del Barcelona Beer Festival. Este concurso cervecero es, sin duda, el más importante de nuestro país pero también uno de los más reputados a nivel internacional. Allí, un jurado compuesto exclusivamente por jueces certificados por el BJCP o por titulados en sumillería se encargado de valorar las más de 1000 cervezas de 22 países diferentes que se presentan. Cuatrocientas de ellas optan al premio de mejor American IPA, uno de los estilos más fabricados y consumidos actualmente y, por tanto, uno de los más dificiles de ganar por la elevada concurrencia de participantes. Y, entre todas ellas, ¡la Metal IPA de Cerveza D'Equi se ha llevado el ORO a la mejor American IPA de 2019!


Ha sido una alegría enorme que la cervecera de Colloto se haya traído para Asturias el máximo galardón en una categoría tan cotizada.

Y lo hace justo un año despúes de que otra asturiana, la Avorigen de la nómada Vor Microbrewing, ganase otro oro en la categoría de English IPA.


Hay muchas cervezas asturianas de premio (como, por ejemplo, la lager de Ordum que fue elegida la mejor de su categoría a nivel nacional en los premios ABC de 2018) y siempre las ha habido, porque marcas como La Estrella de Gijón ya se traían medallas del las exposiciones regionales e internacionales hace 120 años.


En aquel entonces, la cerveza de Suardíaz, Bachmaier y Cª acababa de obtener la Medalla de Oro en la Exposición Regional de Gijón de 1899, un año después de haber ganado la Corona Cívica y Medalla de Oro en la Exposición Internacional del Progreso de Bruselas de 1898 y tres después de recibir la Medalla de Oro y Cruz de Distinción en la Exposición Internacional de Londres de 1896.


Estas exposiciones eran en la época el mejor escaparate imaginable para promocionar los productos de las cerveceras y, ganar en ellas una medalla o un diploma, suponía todo un distintivo de calidad que luego se continuaba promocionando muchísimos años. Así lo hizo en su día La Estrella de Gijón y, un poco antes, en 1875, Claudio Lombard, por la mención especial que recibieron sus cervezas en la Exposición Provincial de Asturias, celebrada en Oviedo.

domingo, 17 de marzo de 2019

Letreros de El Águila Negra

 Letrero de cervezas El Águila Negra del Bar Paredes de Luarca. Foto cedida por Dan García García

Qué pocos letreros de cervezas El Águila Negra quedan ya y qué importante sería conservarlos e inventariar los que en su día hubo... Eso es, al menos, lo que intento desde que empecé a recabar datos sobre la historia de esta bebida en Asturias.

Letrero en el Bar Feliciano de Premoño, Les Regueres. Foto de 1990 cedida por Feliciano Suárez.

En la página de Facebook de Tres milenios de cerveza asturiana cada vez tenemos más fotos recogidas sobre estos testigos del pasado cervecero astur y, aunque la mayoría corresponden a bares ya desaparecidos, todavía recibo mensajes de muchos que aún pueden verse por ahí.

Letrero de Casa Amante en Negreira, A Coruña, en 2017. Foto de Jesús Quiroga Huerres

No imagináis la ilusión que produce el haber despertado tanto interés en la gente para fijarse en ellos, como prueba la gran colaboración que está habiendo para recopilar y enviar las fotos para el álbum

Letrero que todavía puede verse en el Bar Guaiba de Avilés. Foto de Ángela Pérez Alba.

Y es que, si bien la fábrica de El Águila Negra cerró en 1992, todavía quedan bastantes letreros supervivientes por aquellos bares que antaño anunciaban. Inconfundibles y reconocibles incluso por los jóvenes que no llegaron a probar esta marca de cerveza asturiana, su bávaro regordete sobre fondo amarillo no pasa desapercibido.

Letrero que todavía puede verse en el Bar Peñas Azules de Oviedo. Foto de Alberto Izquierdo Ruiz.

Pero el tiempo juega en contra y cada vez resisten menos... Yo misma lamento no haber empezado antes esta tarea y haber podido fotografiar algunos de los que a diario veía al pasar y que, ahora, ya han desaparecido. Recuerdo, por ejemplo, uno en Los Campos (Corvera) que aguantó hasta 2017.

Letrero de El Águila Negra en el Bar Matute de Llanes. Foto de Diego Rodríguez González.

Ojalá el inventario siga creciendo y juntos podamos inmortalizar para siempre esta parte de nuestra historia industrial...

Letrero del Bar El Muelle, de Luanco, un día de temporal. Foto cedida por Francisco Garcia Heres

¡Echadle un vistazo al álbum y avisad si sabeis de alguno más!

Letrero del Bar El Moderno, de Infiesto. Foto de Amelia Martínez Casanueva

lunes, 4 de marzo de 2019

¡Vaya lata!

El 24 de enero de 1935 nacía la primera lata de cerveza comercial que se vendería con un éxito total. Fue en Estados Unidos y de la mano de la compañía Gottfried Krueger Brewing con su Finest Beer. ¡Parece que fue ayer pero ya han pasado 84 años!



Estas primeras latas no eran como las conocemos actualmente. ¡Había que abrirlas con un abrelatas, pues eran planas por la zona superior! El acero del que estaban hechas no fue sustituido por hojalata o aluminio hasta 1958.

En España, la primera lata de cerveza la comercializó la Cruz Blanca en 1966, lanzando al mercado su  'Skol International Lager', en formato de 33 cl. 

Publicidad de la primera lata de cerveza de una marca española. Fuente: todocolección.net

Con este  nuevo envase, más ligero que el vidrio de las botellas y, por tanto, más fácil de transportar y más resistente a golpes y roturas, se conseguía un diseño único para cada modelo y marca por la mayor superficie a decorar, lo que, comercialmente, era y es muy interesante.

Antiguas latas de cerveza El Águila Negra de la colección de Carlos Botas Adaro

En Asturias, el pistoletazo de salida a la cerveza enlatada lo puso El Águila Negra de Colloto a principios de los 70. Según me contó Vicente Pérez Zubizarreta, director de la fábrica desde 1983 hasta 1987, la cervecera compró una máquina enlatadora alemana, adquirida de segunda mano a una productora de cerveza del país germano.

Vicente P. Zubizarreta bebiendo una de las primeras latas de cerveza El Águila Negra con sus hijos

Las primeras latas de cerveza El Águila Negra fueron las de la Cerveza Extra pero alcanzaron tanto éxito que en poco tiempo se enlataron otras de las marcas producidas en la fábrica de Colloto.

Lata de la Cerveza Especial de El Águila Negra de la colección de Carlos Botas Adaro

A éstas las seguiría la cerveza Corona de La Estrella de Gijón y, luego, la marca Kronen Bräu.

Latas de la Kronen Bräu de El Águila Negra y de la Cerveza Corona de La Estrella de Gijón. Foto de Carlos Botas Adaro

Kronen Bräu era una cerveza especial, elaborada "con fino lupulado y alta transformación de azúcares", receta original de Ernesto Bachmaier, uno de los socios fundadores de La Estrella de Gijón. Esta marca pasó en 1974 a El Águila Negra, tras el cierre de la cervecera gijonesa y en Colloto se comercializó en distintos formatos, en botella, barril y lata, llegando a tener incluso una variante con limón que se describía como "refresco con extractos de cerveza".

Latas de Kronen Bräu elaboradas por El Águila Negra de la colección de Carlos Botas Adaro

La producción de cerveza enlatada en Asturias sufrió un parón desde 1992 hasta 2018, momento en el que el Brewpub L'Espumeru de La Felguera empezó a envasar manualmente Curuxera, la cerveza artesana de la casa, con un innovador sistema que permite el enlatado una vez servida directamente del grifo y delante del cliente.

Lata de la cerveza Yankee de Curuxera Brewery. Fuente: Facebook del Brewpub L'Espumeru

El lanzamiento de la primera cerveza artesana enlatada de Asturias tenía lugar en verano de 2018, como recoge una noticia de El Comercio. Al ser una cerveza fresca y sin pasteurizar, su tiempo de consumo es más breve que el de las latas comercializadas por las cerveceras industriales pero, en comparación, su calidad y sabor hacen honor al dicho de que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Hugo Suárez sirviendo una de las latas de Curuxera. Fuente: El Comercio

Y, para terminar, lo último en el mundo de la lata de cerveza en Asturias viene de la mano de Cerveza Caleya que, justo hace una semana, nos sorprendía gratamente a todos con este nuevo formato, en volúmenes de 45 cl y demostrando lo bien que le sienta al lúpulo este envase, tanto para su aclamada Goma 2 como para la última de sus creaciones, bautizada Futurista, cual presagio del prometedor futuro que le espera a nuestros paladares en cuanto a la cata de ricos brebajes.

Latas de Futurista y Goma 2 de Caleya. Fuente: Facebook de Páramo Bar - Central Caleya Asturiana