jueves, 23 de enero de 2020

Cerveza de Corias en el siglo XI

Casi nadie se cuestiona que la cerveza seguramente no habría llegado a nuestros días sin las órdenes religiosas que la elaboraban durante la Edad Media... ¡Pero es que, probablemente, habríamos sido los seres humanos los que no hubiésemos sobrevivido sin cerveza a aquel período de epidemias y agua de escasa potabilidad!


La cerveza del medievo era un alimento con un alto componente nutritivo. Elaborada hirviendo agua y generando luego alcohol, acababa siendo una bebida segura, libre de los patógenos de aquellas pestes que mataron a millones de personas.


Pensando en cerveza monacorum el subconsciente de la mayoría se iría a Europa y muy pocos pensarían que en nuestro país algunos monjes también producían esta bebida. No es de extrañar ante la escasez de estudios específicos sobre cerveza medieval en España. Pero sí, al menos en Asturias sí se elaboró cerveza entre el siglo XI y el siglo XII.



El Libro de Registro de San Juan Bautista de Corias, en Cangas del Narcea, recoge en esa época la producción de cerveza por parte de los monjes benedictinos que entonces ocupaban el monasterio. Era una cerveza de trigo y escanda. La escanda se cultivaba en la zona mientras que el trigo procedía de San Miguel de Laciana, en León.

Aparte de sidra y vino, la comunidad de Corias también debió de utilizar como bebida la cerveza, mencionada además como moneda de pago en dos compras hechas por el abad Munio Ectaz.


Weihenstephan, Afflingem o Benediktiner son algunos ejemplos de marcas cerveceras que también tuvieron su origen en monasterios benedictinos y que han conseguido llegar a nuestros días.

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